Por Pam Laricchia, traducido por Roberto Lujano
La respuesta a esta pregunta ha evolucionado a través de los años en los que hemos estado inmersos en unschooling. Cuando primero empezamos en el 2002, unschooling significo una manera buenísima de aprender para mis niños.
Cuando descubrí la educación en el hogar e invite a mis niños a dejar la escuela, leí bastante, pensé bastante acerca de mis propias experiencias en la escuela, contemplando mis experiencias de trabajo y de cómo se relacionaban a lo que aprendí en la escuela. Reflexioné acerca de cómo yo aprendo mejor nuevas cosas, como aprendí cosas fuera de la escuela de manera diferente a las que aprendí en la escuela, y considere cuanto recordaba de las cosas que había aprendido por mi cuenta y las cosas que se me habían enseñado. Observe por mucho tiempo a mis hijos en acción.
Cuando pensé acerca del aprendizaje en general, llegué a hacer una clara distinción entre cosas que fueron memorizadas y cosas que fueron aprendidas. Llegué a ver el verdadero aprendizaje como algo que se entiende y se recuerda. Entender significo que conectaba mis experiencias en la vida existentes y me pareció lógico en un contexto más amplio. Me di cuenta de que aprendí mejor cuando tenía razones personales de perseguir el conocimiento, cuando estaba interesada en el tema mismo, o cuando era una habilidad que quería dominar en el seguimiento de un objetivo en particular. Me di cuenta de que aprendo mejor cuando disfruto el acto de aprender, o por lo menos cuando fue por motivación propia lo suficiente para pasar a través de los retos. Si no, me cerraba en frustración y cualquier aprendizaje en ese momento se veía obstaculizado. Recordaba mejor mi recién descubierto conocimiento cuando lo aplicaba en mi vida inmediatamente – Eso hizo las conexiones de aprendizaje más fuertes, más significativas, y más duraderas.
Cuando tome mis experiencias en como aprendí mejor y las compare contra el ambiente escolar y su naturaleza guiada por un plan de estudios, vi una desconexión muy seria. Al crecer, eran raras las veces que mis intereses coincidían con el plan de estudios. Aún más raro fueron las veces cuando pude aplicar inmediatamente las cosas que había aprendido a mi vida diaria; mucho más frecuentemente se me dijo que lo usaría “algún día”. Muchas conexiones de aprendizaje que hice acabaron por atrofiarse por falta de uso.
El tema dominante de que los niños van a la escuela, segregados por edad y aislados en edificios especiales, para aprender a cómo vivir en el mundo real una vez que se gradúen, parece bastante artificial visto desde mi perspectiva adulta. ¿Qué tal si mis hijos pudieran vivir y aprender en el mundo real en este momento, en lugar de indirectamente a través de hojas de cálculo que preguntan cuánto dinero te quedaría si tienes $10 y gastas $3.50 en un juguete? Aprender a través de experiencias reales, ir a tiendas reales con dinero real en lugar de practicar con dinero de juguete y tiendas de juguete configuradas en la escuela para simular la vida real. Caminar en parques de verdad, buscando señales de vida silvestre u observando castores construir un dique, en lugar de ver fotos en libros de texto. Descifrar como medir y hacer un esquema de su cuarto para saber si la nueva cama que quieren va a caber junto con sus otros muebles, no cuando el plan de estudios dice que es tiempo para prender las unidades de área. Sumergiéndose en aprender una canción en el teclado mientras están interesados y motivados, en lugar de tener que detenerse al sonido de una campana y cambiar de tema a algo más. Una de las mejores cosas sobre aprender a través de unschooling es ser capaz de seguir los intereses del niño, dándole al niño la libertad de aprender cuando su interés y pasión se encuentran despiertos, tanto tiempo como ellos estén interesados y en la manera que ellos prefieran.
Sin el objetivo final de la graduación o las restricciones de tiempo del programa de estudios, aprender se ve como un esfuerzo de la vida, algo que haces cuando la información o una habilidad se quiere o necesita, no porque te encuentras en el décimo grado. Si una persona a no ha todavía encontrado una necesidad para una pieza particular de información o una habilidad especifica mientras viven su vida, entonces no es algo que ellos necesitan saber. Quizás lo encuentren el mes siguiente, quizás el año siguiente, quizás la década siguiente. Cuando sea que la necesiten la pueden aprender. Si viven su vida y nunca se topan con esta necesidad o no desarrollan un interés en descifrar la división de grandes cifras o exportaciones al Perú, entonces no hubo ninguna necesidad en su vida de invertir el tiempo y esfuerzo en aprender ninguno de los dos. Aquellos a los que se les enseñó uno o ambas de estas piezas de información en la escuela, si ellos no las usaron como parte de sus vidas, ¿aun las recuerdan? ¿Realmente se aprendieron o simplemente se memorizaron?
Sí, hay un grupo de habilidades comunes o básicas y conocimiento en nuestra sociedad, pero estas definitivamente serán encontradas al vivir en la sociedad. En unschooling, las habilidades básicas para funcionar en el mundo real se aprenden precisamente porque están viviendo en el mundo real todos los días, no ocultas en un edificio por separado y ordenado por edades, además no se les dice: “Aprendan esto ahora por que algún día será importante.” En unschooling los niños esperan a la llegada de “algún día” y es entonces cuando aprendizaje continúa. Tal como Carlo lo menciona, vivimos en una sociedad alfabetizada y hábil para la aritmética, palabras, patrones y números son parte de nuestras vidas y sin la humillación y el miedo de fracasar al aprender estas habilidades en el horario de otra persona, estas se recogen y se asimilan a lo largo del camino. Si una persona no es diestra en alguna habilidad en particular, lo cual será verdad aun si asisten a la escuela o no, sin el estigma de “fracasar” un niño en unschooling será más propenso a pasar a través de estos retos con dignidad y encontrará maneras útiles de adaptarse.
En unschooling el aprendizaje no está enfocado en las habilidades como lo es en la escuela (aprendiendo a leer, a escribir y a memorizar) pero en perseguir objetivos personales e intereses y la información necesaria y habilidades se recogen a lo largo del camino. El aprendizaje tiene significado real y uso inmediato para esa información o habilidad, es mucho más probable que se recordará. Unschooling es una grandiosa manera de aprender.
Meses de observar a mis hijos aprender conforme iban viviendo sus vidas, persiguiendo sus pasiones e intereses, comencé a a ver que no sólo estaban aprendiendo la información y habilidades típicas de la escuela sino que también estaban aprendiendo más de ellos mismos y conforme sus intereses y exploraciones crecieron, mutaron, encogieron y se diversificaron. Los vi ahondando en su medio ambiente en casa – jugando en sus cuartos desordenados, creando en cuartos bien arreglados, proyectos dejados a medias sólo en caso de que desearan regresar a ellos después, muebles reorganizados para comodidad y diversión. He visto como ellos exploran sus necesidades personales – quedándose despiertos hasta tarde, o levantándose temprano en búsqueda de sus intereses, escogiendo donde y cuando comer y dándose cuenta como se sintieron después, aprendiendo cómo manejar y expresar enojo y frustraciones más efectivamente para ellos, para más tarde aprender cómo abordar situaciones antes de que se vuelvan frustrantes. Lo que unschooling significo para mi creció para incluir no sólo el aprendizaje de tipo académico, pero el aprendizaje de las habilidades de la vida también.
Una de las habilidades importantes que no estaba en mi radar cuando ellos dejaron de ir a la escuela fue la habilidad de analizar situaciones y de hacer elecciones. Unschooling les da el tiempo, libertad y ambiente de apoyo para analizar y discutir situaciones que puedan surgir, desde discusiones con amigos, hasta si renunciar o no a una actividad en curso, hasta las diversas maneras disponibles de perseguir un interés. Hemos discutido situaciones innumerables a través de los años, padres e hijos todos compartiendo sus preguntas, sus preocupaciones, y sus experiencias según se relacionan a la situación a mano, con el niño eligiendo su vía de progreso al final. Desde ahí, ellos ven cómo se desarrolla y se ajustan de acuerdo, incorporando esa experiencia a elecciones futuras. Esta es una habilidad increíblemente importante y una que les servirá bien a través de sus vidas.
Me doy cuenta de que el tiempo y libertad de explorar sus propias necesidades y elecciones serían severamente limitadas por un horario escolar. Me pareció lógico que adultos jóvenes quienes han pasado sus vidas siguiendo el horario y reglas de otros a menudo necesitaban tomar tiempo para descomprimir, para encontrarse a “ellos mismos”. Puedo ver claramente que mis hijos están pasando su niñez haciendo exactamente esto.
Unschooling les da a mis niños el tiempo y libertad de explorar y descubrirse a sí mismos, sus intereses y sus necesidades, tanto como desarrollar sus habilidades para expresarlas. Tienen mucha experiencia en examinar situaciones y haciendo elecciones conforme crecen, poniéndolos en una gran posición desde donde hacen el cambio a la madurez. Ellos se entienden a sí mismos, lo que los motiva, como aprenden mejor. Este conocimiento de ellos mismos los ayuda conforme ellos exploran los tipos de profesiones, empleos, y vida, que mejor les viene.
Una vez que estaba satisfecha por como mis niños estaban aprendiendo a través de explorando sus intereses y pasiones, de cómo ellos estaban aprendiendo acerca de vivir y acerca de ellos mismo, di un paso atrás y mire a nuestra vida como un todo. Me di cuenta de otra cosa: estaba sorprendida de cuan grandiosa era nuestra relación, de cuanto nos apoyábamos, de cuanto nos amábamos. Ellos como hermanos no estaban constantemente denigrándose el uno al otro, como adolescentes no estaban tratando de escaparse de nosotros, sus padres, pero yendo fuera hacia el mundo con confianza, explorando sus propios objetivos. Al escoger no vivir por reglas arbitrarias trabajamos juntos y desciframos maneras para nuestra familia de vivir juntos en paz, analizando retos conforme se presentaban y encontrando soluciones en las que todos los involucrados estábamos de acuerdo. Como la vida, estas herramientas para vivir juntos de manera consensual crecen con nosotros, no son paralizantes y restrictivas.
He llegado a apreciar que lo que Unschooling significa ha crecido más allá de que sólo una buena manera de adquirir conocimiento, habilidades y mantener un amor por aprender a lo largo de sus vidas. Ha crecido más allá de sólo una buena manera de aprendizaje de nosotros mismos y de cómo prosperar en el mundo. Al final llega más allá de la niñez para apoyar y nutrir nuestras relaciones en la vida; relaciones que duraran más allá de los años escolares obligatorios. Unschooling significa construir una vida maravillosa e interesante juntos.
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Publicado en: Our Schools / Our Selves, Invierno (Enero) 2011