Viviendo al ritmo de tu hijo
Por Pam Laricchia, traducido por Roberto Lujano
Unschooling nos da mucha libertad para elegir cómo vamos a pasar nuestros días con nuestros hijos. Tenemos el tiempo para cambiar más allá de nuestra propia perspectiva y ver momentos desarrollándose a través de los ojos de nuestros hijos. ¡La vista es increíble desde allí! Y una de las cosas que pronto me di cuenta, fue que mis hijos estaban más interesados e involucrados –aprendiendo– cuando las cosas fluían a su ritmo.
En la escuela, uno de los grandes desafíos que enfrentan los maestros es que hay realmente solo un ritmo en el cual se pueden mover en su clase: el definido por el plan de estudios que tienen que cubrir, en los días asignados. Y esa velocidad promedio sólo engrana con un puñado de estudiantes en cualquier momento dado, y ese puñado variará en función de la materia. Por lo tanto, más a menudo que no, desde la perspectiva del estudiante en particular, el ritmo de la clase es demasiado rápido o demasiado lento para su aprendizaje.
De cualquier manera, puede ser frustrante. No es realmente como se desarrolla el aprendizaje.
El verdadero aprendizaje es sucio. A veces, las conexiones de aprendizaje ocurren rápidamente, como fichas de dominó cayendo, una tras otra tras otra. Otras veces, la persistencia es el nombre del juego. A veces hay un mucho de qué hablar: preguntas, respuestas y teorías. Otras veces, la concentración intensa demanda silencio. La belleza de unschooling es que el único ritmo y el estilo que importa es el del niño.
¿Cuán increíble es esto? Si tu hijo esta adentrado con profundidad y velocidad en algo, podemos apoyarlos. Si ellos se sienten desconcertados y frustrados por un reto, podemos apoyarlos allí también. No importa las circunstancias, nuestros hijos son libres de aprender a su propio ritmo, con su propio estilo.
El reto para los padres unschooling viene cuando nos encontramos fuera de sintonía con nuestros hijos. Con los años, he descubierto que maneje esos momentos con más gracia cuando fui capaz de cambiar hacia la búsqueda de paciencia.
Encontrar paciencia cuando la mesa de la cocina está ocupada por el tablero de Monopolio, y sus hijos han jurado este será su juego más largo jamás.
Encontrar paciencia cuando tu hijo quiere dar a las barras de escalar una vez más. Y una más. Y una más.
Encontrar paciencia cuando tu familia está disfrutando de un paseo, fresco en el parque y tu hijo pequeño se detiene a examinar cada hoja caída en el camino.
Encontrar la paciencia cuando se está esperando para salir y tu hija adolescente está profundamente metida en la conversación con sus amigas.
No se trata de la clase de paciencia de “distraerte hasta que haya terminado”, sino de darte cuenta de que la elección de ser paciente en el momento da al proceso de unschooling tiempo y espacio para desarrollarse frente a mí, con mis propios hijos.
Me encanta como Ray Davis lo pone: “La paciencia no es una espera pasiva. La paciencia es la aceptación activa del proceso”.
Cuando tomo el tiempo para buscar el aprendizaje o el auto-cuidado, esto es, invariablemente, siempre ahí en las actividades de mis hijos, me ayuda a ver con más claridad la situación desde su perspectiva. Eso es más aprendizaje para mí. Están eligiendo este momento, y este ritmo, para sí mismos. ¿Por qué?
Mientras exploro esa pregunta comienzo a ver realmente su proceso, para ver el unschooling en acción.
Veo que tan curiosos están acerca de extender el tiempo de juego de Monopoly. Tomando un momento, me doy cuenta de que van a descubrir cómo cambian las estrategias de juego cuando todas las propiedades han sido adquiridas, las calles completadas, y hoteles construidos. Mientras se acerca la hora de la cena, quizás sugiera un tipo de cena “sírvanse un plato y coman en la habitación familiar”. O quizás ofrezca mover con cuidado el juego a la mesa de la sala. Estoy bastante segura de que podemos encontrar una solución que funcione para todos.
¡Las barras de escalar! Desafiarse físicamente es muy divertido, y su determinación es feroz. ¿Por qué no querría apoyar esto lo más posible?
A veces nuestros hijos son los ejemplos más sorprendentes para reducir la velocidad y ver realmente lo que nos rodea. Parar y oler las rosas, o al menos, unirse a ellos con asombro a medida que examinan las hojas. ¿Cuáles captan su atención por más tiempo? ¿Parecen atraídos por el color? ¿Forma? Tal vez pueda traer más de eso en su mundo en casa también.
Amigos ¡Imagínense lo importante que pueden ser sus conversaciones! Tal vez estén haciendo planes o procesando emociones o compartiendo puntos de vista sobre un tema muy querido. Incluso entonces no es tanto sobre el tema, pero más sobre la creación y el fortalecimiento de una verdadera conexión con la gente. Tal vez ellos están apoyando a un amigo después de un día duro con algunas bromas relajantes. Esto es vivir y aprender en acción.
Cuando entiendo las perspectivas de mis hijos, estoy mucho más dispuesto a aceptar activamente que este es el tiempo que unschooling toma. No espero que ellos vivan y aprendan a mis horas. El valor de unschooling está en ayudarles a explorar y descubrir el ritmo y el estilo que funciona mejor para ellos. Nuestra paciencia les da el tiempo para permanecer involucrados en su actividad el tiempo que quieran, y para hundirse en el flujo único de su aprendizaje.
En el corazón de esto, se trata de recordar y hacer una pausa y preguntarte, “¿por qué no?” A veces hay una razón sólida y te involucras, pero a menudo realmente hay tiempo para dejar que las cosas sigan fluyendo como son. Al elegir habitualmente la paciencia y tomando ese tiempo para ver cómo salen las cosas, construirás de manera constante confianza tanto en unschooling como en tus hijos. Lo cual te ayuda a llegar más fácilmente a la paciencia para la próxima vez. Y la siguiente.
La paciencia es una demostración visual de respeto y de comprensión de tu hijo. Sus opciones en cada momento son la culminación de los momentos previos, fluyendo hacia dónde están contemplando llegar, y la imagen más clara de esto se encuentra en su cabeza. Apoyar su exploración tanto como sea posible, dándoles el espacio sin restricciones y tiempo para jugar y aprender a su propio ritmo. Ahí es donde vive el mejor aprendizaje.
La paciencia es sin duda una herramienta valiosa para tener en su caja de herramientas de unschooling.
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Publicado por primera vez en la revista The Natural Parent Magazine, Número 19, Invierno 2015.